Huertos domésticos

Los huertos domésticos son parte integrante de los sistemas alimentarios locales y se adaptan a las ecologías locales para satisfacer la alimentación y nutrición de los hogares y la comunidad.

Huertos domésticos


Los huertos domésticos son clave para aumentar la producción de alimentos de los hogares, la seguridad alimentaria y la nutrición mediante el aumento del consumo de verduras nutritivas, frutas y alimentos. También pueden proporcionar fuentes de ingresos adicionales, que aumentan la resiliencia a las crisis a corto plazo y a las tensiones a largo plazo, especialmente para los hogares más vulnerables. Los hogares pueden forrajear, consumir y vender alimentos silvestres para aumentar su seguridad alimentaria y sus ingresos. Estos alimentos son importantes para aumentar la resiliencia y proporcionar micronutrientes, especialmente ante las pérdidas de cosechas o los altos precios de los alimentos.

Función del control no químico de las malas hierbas en los céspedes domésticos y las hortalizas cultivadas en casa


La ubicación de los céspedes y huertos domésticos suele estar muy cerca de los lugares residenciales; por lo tanto, puede no ser una buena idea aplicar herbicidas en estas zonas para controlar las malas hierbas. Existe una mayor probabilidad de contacto humano con los herbicidas de estas zonas en comparación con los campos agrícolas del exterior (Harris y Solomon, 1992; Nishioka et al., 1996).

Las verduras se consumen frescas o cocinadas casi inmediatamente después de su cosecha, mientras que los granos de cereales, las legumbres, etc. se consumen mucho más tarde después de la aplicación del herbicida. Esta larga duración puede provocar una descomposición/pérdida de herbicidas en los cereales o las legumbres; sin embargo, esto puede no ser posible en los períodos cortos disponibles con las verduras (Tadeo et al., 2000; Claeys et al., 2011). Muchas veces, la pulverización de herbicidas puede caer directamente sobre los frutos si las malas hierbas se pulverizan sobre las plantas hortícolas con frutos. Estos factores hacen que el control no químico de las malas hierbas sea más importante para los céspedes domésticos o las hortalizas cultivadas en casa. En definitiva, sustituir la aplicación de herbicidas por el control no químico de las malas hierbas en estos lugares ayudará a conseguir la protección del medio ambiente y la seguridad sanitaria.

En contra de las sugerencias de que los huertos domésticos se limitan a los suelos más fértiles, los estudios realizados en Cherrapunji, en el noreste de la India, indican que también pueden ser una respuesta de TEK a la disminución de la fertilidad del suelo y a la degradación del lugar por la agricultura itinerante (Ramakrishnan 1992, Millat-e-Mustafa 1998). En este caso, las condiciones más fértiles son inducidas por el hombre. De hecho, en la región central de las tierras altas de México se han registrado cambios en la diversidad, la estructura y la gestión de los huertos como respuesta a la industrialización y al aumento de la población (Gliessman 1990). Dichas adaptaciones son una respuesta a las limitaciones de mano de obra, a las oportunidades de empleo disponibles fuera de la granja y al seguro contra la posible pérdida de ingresos externos.

Queda mucho por saber sobre la organización y el funcionamiento de estos ecosistemas únicos gestionados por el hombre. Un sistema desarrollado sobre la base de los conocimientos tradicionales es fundamental para responder a las preocupaciones sobre los medios de vida sostenibles y proporcionar ingresos en efectivo a las sociedades tradicionales de las regiones del mundo ricas en biodiversidad, especialmente en el contexto del cambio medioambiental global.

El concepto de huerto familiar
De todos los sistemas agroforestales tradicionales, el «huerto doméstico» de los trópicos, llamado de diversas maneras cocina, casa o huerto forestal, merece una atención especial. Estos sistemas presentan muchas variaciones en sus atributos estructurales y funcionales, dependiendo del entorno ecológico y social en el que se encuentran. Imitando un bosque natural con un conjunto altamente estratificado y compactado de árboles, arbustos y hierbas de importancia económica en pequeñas parcelas de 0,5 a 2 ha, estos huertos pueden tener más de cien especies (Millat-e-Mustafa 1998). El hogar puede obtener de este sistema muchas de sus necesidades durante todo el año, como productos alimenticios, leña, especias, plantas ornamentales y medicinales. El análisis detallado de la producción/ingreso de energía realizado en los sistemas del noreste de la India (Ramakrishnan 1992) sugiere que, en general, estos sistemas son muy eficientes.

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